Cada vez m?s personas se autoperciben como adictas o declaran estar recuper?ndose de alguna adicci?n, ya sea al alcohol, a otro tipo de drogas, a medicamentos con receta, al sexo, a las apuestas, a la pornograf?a o a internet. No obstante, si bien nunca se hab?a puesto tanto el foco en este asunto, seguimos entendiendo la adicci?n de acuerdo con ideas infundadas y m?s propias del siglo pasado. Tendemos a verla como un acto delictivo o una enfermedad cerebral y, por tanto, a?n la abordamos mediante tratamientos igualmente obsoletos.
Cerebro sano pone en entredicho tanto la idea del 'cerebro da?ado' del adicto como la de una simple 'personalidad adictiva', para ofrecernos un nuevo argumento con una perspectiva radicalmente rompedora: que las adicciones son trastornos del aprendizaje. Adoptar esta perspectiva nos permitir? arrojar luz sobre los debates actuales en torno al tratamiento, la prevenci?n y las pol?ticas en dicha materia. Del mismo modo que sucede con los rasgos autistas, las conductas adictivas abarcan todo un espectro y pueden constituir la respuesta perfectamente normal a una situaci?n extrema.