EN BRAZOS DE CONDOLEEZZA PERO SIN BAJAS
Ahora, y por fin, podiamos decir: Hemos vistoa a Condolezza, hemos estado en su regazo, hemos contemplado su duro rostro que nos recordaba la crudeza de nuestro destino. Hemos olido su perfume y, a pesar de ello, no nos ha ocurrido nada. Nosotros como árabes, nos hemos acostumbrado desde hace tiempo a que cada vez que esta señora se acerca a nosotros nos ocurre alguna desgracia, por eso aconsejé a mis compañeros que no se aproximaran demasiado a ella. ¿Quién sabe? Tenemos una sensación real de que le apasiona ultrajar todo lo que sea árabe y que disfruta con ello. Cuando dije que por qué no hacíamos con ella el diálogo de civilizaciones, todos se alejaron temiendo por sus vidas.
Tilaustuote Arvioimme, että tuote lähetetään meiltä noin 1-3 viikossa.