La ciencia social ha incorporado a un individuo que se manifiesta a trav?s de ideas, representaciones, im?genes compartidas, deseos, actitudes, ambiciones, impulsos y muchas otras expresiones que poco ayudan a entender la din?mica de las relaciones entre individuos en los distintos ?mbitos institucionales. La psicolog?a, a su vez, ha creado una tierra de nadie conceptualmente, la llamada psicolog?a social, con m?ltiples versiones, todas ellas concepciones reduccionistas de lo individual, personal, como objeto leg?timo de estudio. El individuo psicol?gico de estas psicolog?as sociales es un sujeto encapsulado de las variables econ?micas, de las creencias religiosas, de los prejuicios culturales, un sujeto destinado a la conformidad, espejo de las leyes del mercado y de las pr?cticas ideol?gicas dominantes en diversos momentos. Es un individuo psicol?gico que no tiene ning?n parentesco l?gico o conceptual con el individuo que se interrelaciona con los objetos e individuos de su entorno en una teor?a general de la conducta. En este libro planteamos superar estas limitaciones partiendo de una teor?a general de la conducta como caracterizaci?n del comportamiento psicol?gico, as? como proponiendo una delimitaci?n de la ciencia social como ciencia de las formaciones sociales que permita analizar, comprensiva y emp?ricamente, las dimensiones moleculares representadas por las relaciones interindividuales en las pr?cticas sociales en tanto pr?cticas institucionales.