La autora revisita en estos relatos el universo de lo fabuloso, una constante en su narrativa, habituada a participar de la consciencia de estar inmersos continuamente en lo maravilloso, en un mundo lleno de prodigios y misterios en el que cabalgamos a lomos del asombro. En ese universo que escapa a las leyes de la raz?n y la l?gica, ocupa un lugar destacado el juego, lo l?dico, ?ntimamente relacionado con el pensamiento simb?lico, tambi?n habitual en la obra po?tica y narrativa de Otxoa. La narradora goza, en el momento de la escritura, de un espacio literario abierto, l?dico, en el que utiliza magistralmente la iron?a, el misterio, la sorpresa y el juego intelectual, literario y ling??stico, como ingredientes esenciales en una narrativa clara y concisa. Las piezas narrativas, de muy diverso asunto y extensi?n, que se nos brindan en Un lugar en el parque apelan constantemente a la sensaci?n de que, tras las apariencias, hay siempre otros mundos ocultos, invisibles, que tejen sutiles relaciones con el presente. El lector se acostumbrar? pronto a percibir el mundo como un enigma, dentro del cual advertir? fen?menos que las leyes de la l?gica no son capaces de explicar. Asistir?, perplejo, a la abolici?n de la frontera entre la realidad y lo fant?stico, asom?ndose al misterio a trav?s de las rendijas de lo cotidiano. En ese viaje, toda interpretaci?n abrir? las puertas a una nueva interpretaci?n.